Una de las grandes ventajas que podemos obtener tomando flores de Bach es que la toma de éstas es absolutamente personalizada. Cada terapeuta  elaborará una fórmula floral exclusivamente para la persona que está tratando, para cómo es ella y para lo que está sintiendo en esos momentos. Las flores cubren de manera maravillosa el complejo mundo de las emociones. Para que os hagáis una idea, si elegimos un sentimiento como la tristeza, las flores de Bach nos pueden acompañar en las diferentes emociones por las que podemos llegar a pasar, tales como pena, aflicción, desesperación, apatía, soledad… Así la tristeza melancólica que nos produce el otoño, la trataríamos con MUSTARD.                                                                                                              El desánimo por no haber conseguido aquello que tanto anhelábamos lo trataríamos con GENTIAN , el abatimiento y la desesperación serían terreno de GORSE.