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Flores de Bach para la autoestima



La manera que tenemos de mirarnos a nosotros mismos, con amor o con desprecio, determinará que tengamos confianza o no, en nosotros mismos. Esta mirada interna hacía lo que somos, altos, guapos, gordos, feos , bajitos o tímidos, extrovertidos, cobardes, valientes, simpáticos o lo que sea que seamos,  si no ha sido hecha  por nosotros y por los demás con amor, con respeto y con humor puede derivar en falta de autoestima.


La autoestima es una actitud de aprecio hacia nosotros mismos como personas, independientemente de lo que podamos tener o poseer : talentos, dotes, habilidades, conocimientos, puntos fuertes y menos fuertes.


La aceptación serena  y la tolerancia de todo lo que somos, lo bueno y menos bueno con nuestras virtudes y defectos (porque no somos perfectos, ni destacamos en todo) es fundamental para sentirnos bien con nosotros mismos y para tener una buena autoestima. 


Si miramos al pasado y nos paramos a pensar en el por qué de nuestra falta de autoestima o en la inseguridad de nuestros hijos, amigos o personas que conocemos no podemos evitar hacer la siguiente reflexión.


Tan pronto como el niño nace y es mirado con amor y admiración por sus padres empieza a convertirse en el centro de atención de toda la familia. Se sabe querido, amado y no tiene ninguna duda sobre su valía porque todo lo que hace y dice es aprobado y alabado por sus padres.


No tiene ninguna duda de que incluso lo que piensa es correcto. Pero, poco a poco, el niño va creciendo y va encontrándose con sus limitaciones, ve que no puede subirse solo a ese árbol tan grande, que no lee tan deprisa como los demás, que algunos amiguitos del cole no quieren jugar con él, que los papás comienzan a regañarle por su comportamiento en algunas ocasiones y que  ya no es el centro del universo.
  

El niño, en estos momentos, puede comenzar a dudar de su valía, de su simpatía, de su imagen física, de sus capacidades en el aprendizaje… y si estas dudas persisten en el tiempo y no encuentra la aprobación de las personas que le importan,  comenzará a tener un sentimiento de inferioridad respecto a los demás

Tal vez comience a compararse con Fulanito o Menganito y en esa comparación él se considere el perdedor. Así, poco a poco, irá desconfiando de sus aptitudes  y se irá sintiendo inseguro en determinadas situaciones.


Desgraciadamente muchos niños se convierten en jóvenes y adultos con este sentimiento de incapacidad y de “no estar a la altura”.


Larch
El tratamiento con Flores de Bach puede ser muy beneficioso en estos casos. 

Larch es la flor que Bach elaboró para quiénes, citando sus propias palabras “no se consideran a sí mismos tan aptos y capaces como los que los rodean”; personas que “esperan el fracaso y sienten que nunca tendrán éxito por lo que no se arriesgan ni hacen un esfuerzo suficientemente intenso para lograrlo”.

Esta esencia será útil para todos aquéllos que se digan a sí mismos frases como ”No puedo…” “Es imposible…”, “Ellos son mejor que yo”, “Nunca lo conseguiré “ y un largo etcétera de excusas con tal de no intentar aquello que se desea tanto, ya sea en el plano académico, sentimental, laboral etc.


La cualidad que desarrolla la toma de Larch durante un tiempo, es la seguridad, la osadía y el sentimiento de que si los demás pueden hacerlo, yo también. 


Hay más flores para tratar la falta de autoestima en otros sistemas florales como el de California, pero cuando uno se siente impotente e incapaz respecto a lo que sea, siempre hay que empezar tomando Larch.


El terapeuta floral es la persona más adecuada para sugerir tomar esta esencia combinada con  otras que se ajusten a la personalidad de la persona que está tratando, a sus circunstancias personales y a las dificultades que está viviendo en ese momento.

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