El rechazo que han sentido muchos niños  que han sido abandonados por sus padres naturales desde sus primeros días de vida puede dejarles una huella tan honda en su personalidad y en su manera de vivir y de afrontar  lo que les sucede en su vida, que aun cuando viven con sus nuevos padres  y se sienten queridos y respetados dentro de su nueva familia, conviene tratar.  A veces pueden sentirse muy asustados cuando papá o mamá no están o tardan en recogerles del colegio o de casa de algún amiguito o familiar, pensando y sintiendo que tal vez no quieran recogerles. Otras, cuando ya son más mayores, pueden sentirse inseguros y tímidos en sus relaciones sociales porque el fantasma de que puedan ser abandonados o rechazados de nuevo, aún no ha desaparecido del todo, y pueden recordar los días pasados en el orfanato y aquéllas vivencias traumáticas. Tal vez, puedan sentirse también muy muy enfadados y frustrados cuando se plantean por primera vez quiénes son sus verdaderos